Éste dicho, tan utilizado en los confines sures de nuestra querida Latinoamérica, nos aconseja que no gastemos nuestros recursos en empresas inútiles (entiéndase por "empresa" el hecho de empezar algo). Su protagonista (el ave Chimango) cuenta con aproximadamente unos 300 grs de carne comestible, lo cual la vuelve una pieza de caza poco útil y aprovechable que en su momento casi ni valía la pólvora gastada en ella. Yo pregunto estimado/a lector/a: ¿pasará lo mismo con el resto de las cosas y el mundo?. Si nos proponemos denunciar lo que está mal sin tener los medios (que en nuestra sociedad actual deberían ser coercitivos, ya que basamos nuestro orden en ello) para corregirlo, si queremos proponer soluciones sin estar en un puesto político importante, si queremos gritar que todo lo que están viendo en sus casas a través de los medios masivos de comunicación son mentiras (o pedazos de verdades sacadas de contexto)... ¿sería gastar pólvora en chimango?.
Querido lector/a, yo voy a bajar todos los chimangos que pueda, porque si yo bajo chimangos y usted también lo hace, y aquel, y ellos también, entonces, el esfuerzo puede llegar a merecer la pena... ya ha sucedido, pocas veces, cierto, pero no necesito más pruebas para intentarlo. ¿Y usted?
